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miércoles, 7 de octubre de 2009

SAN FERNANDO


El partido de San Fernando comprende varios distritos en tierra firme y las secciones 2da. Y 3era. Del Delta del Paraná.

Sus límites son:

Al norte calle Alte. Brown (linde con Tigre)

Al este Ríos de la Plata y Luján.

Al sur calle Uruguay (linde con San Isidro)

Al oeste Río Reconquista (linde con Tigre)

Sus distritos urbanos, con una superficie de 23 km2. son : San Fernando centro, Victoria, Virreyes, Carupá, Las Lomas y Punta Chica. Su población alcanza los 140.000 habitantes.

EL ESCUDO DEL PARTIDO DE SAN FERNANDO


El siglo XX ha sido testigo de un crecimiento de la participación
de los vecinos en la vida política de San Fernando.
A pesar de los golpes de Estado millitares y proscripciones,
la comunidad fue ganando derechos y un papel fundamental
a la hora de tomar decisiones que afectan al
conjunto.
En 1910, se sancionó la ley de voto universal, secreto y
obligatorio. Y en 1951 por primera vez pudieron también
elegir las mujeres.
Tras la última ruptura del orden institucional en 1976,
la democracia fue recuperada en 1983. Desde entonces
fueron intendentes Alfredo Ramón Viviant (3 mandatos),
José Luis Pericoli y Luis Andreotti en forma interina
y Gerardo Osvaldo Amieiro, elegido tres veces: en
1995 y reelegido para el período 1999-2003 y 2003-
2007.
El 19 de marzo de 1938 fue aprobado el
Escudo del Partido de San Fernando por
Ordenanza N°629 del Honorable Concejo
Deliberante, que ordena el uso obligatorio
en todas las dependencias de la
Municipalidad.
En el escudo se puede ver, sobre la barranca
del Río Luján, el ombú de la Quinta
“El Ombú”, donde actualmente funciona
la Casa de la Cultura de San Fernando.
Cabe mencionar que esa Quinta fue
declarada luugar Histórico por Decreto
del Poder Ejecutivo Nacional N°2284/70
del 12 de noviembre de 1970 ya que, bajo
la sombra de ese ombú, descansó el Virrey
Sobremonte tras colocar la piedra fundamental
del templo parroquial bajo la
advocación de Nuestra Señora de
Aránzazu. Como fondo se pueden observar,
representando a la industria, las chimeneas
humeantes de las fábricas.
También está presente el río con un velero,
exponente fiel de la floreciente industria
náutica. San Fernando ha sido designada
Capital Nacional de la Náutica, mediante
la resolución 109 de octubre de 1972, de
la Secretaría de Turismo de la Nación.
En San Fernando están asentadas aproximadamente
el 40% de las empresas fabricantes,
vendedoras y proveedoras de servicios
ligados a la actividad náutica del
país.

EL NACIMIENTO DE SAN FERNANDO DE LA BUENA VISTA

La formación del pueblo de San Fernando de la Buena Vista comenzó en 1802, en un sector ubicado a unos tres kilómetros del Puerto de Las Conchas, conocido como Altos de Punta Gorda.

En aquel año, el padre San Ginés (un sacerdote destinado al Pago de las Conchas) construyó una pequeña capilla en Punta Gorda, que quedaría bajo la advocación de Nuestra Señora de Aranzazu. (Éste es el más lejano origen de la actual Parroquia Nuestra Señora de Aranzazu, situada en el centro de San Fernando, en el cruce de las calles Constitución y Madero).

Al parecer, el padre San Ginés tenía como objetivo la instalación de un nuevo poblado más alejado del Puerto de las Conchas, que se encontraba expuesto a continuas inundaciones. El sacerdote se preocupó por conocer la situación que vivía el pueblo, recorrió la región, dialogó con los pobladores escuchando sus necesidades y problemas así supo de las frecuentes inundaciones que afectaban la región y fue entonces que afloró en su mente la idea de trasladar a los vecinos del puerto, al cercano y mucho más seguro paraje Punta Gorda. Convencido de aquella necesidad, se trasladó a lo que hoy es San Fernando y en la actual calle Gral. Pinto levantó un simple rancho que le sirvió de vivienda e iglesia provisoria. A partir de entonces, se fueron instalando otros pobladores, que dieron origen a una pequeña aldea. Pero las previsiones del padre San Ginés respecto al Puerto de las Conchas se cumplieron poco tiempo después. En 1805, una gran inundación arrasó prácticamente con aquel poblado. Sus habitantes se trasladaron, entonces, al Alto de la Punta Gorda, lo que hizo crecer aún más aquella aldea.

Un censo realizado por esos días en el recién formado caserío da cuenta de sus dimensiones. En todo el asentamiento, había alrededor de 50 casas: 10 estaban construidas con ladrillos y techos de tejas, mientras que las otras 40 eran ranchos de adobe con techos de palmeras. En ese momento, había tres pulperías, un aserradero, una tahona, el cementerio y la capilla, donde vivía y trabajaba el padre San Ginés. En el Alto de Punta Gorda, vivían 238 vecinos más antiguos y otros 60 llegados a raíz de la inundación del Puerto De las Conchas.

La situación estratégica de este poblado fue desencadenante del interés que demostró por Punta Gorda el entonces Virrey del Río de la Plata, el Marqués de Sobremonte. La máxima autoridad del Virreinato se interesó por convertir el caserío en una “Villa”, rango que, por entonces, sólo poseían Buenos Aires y Luján. Esta situación implicaba la creación de otro cabildo, pero las intenciones de Sobremonte fueron frenadas, primero por el cabildo de Buenos Aires (que no deseaba perder atribuciones sobre esta porción del territorio) y más tarde, por las invasiones Inglesas, que acabaron con su carrera.

Fue el propio Virrey Sobremonte quien, después de visitar el lugar, designó al pueblo con el nombre que llegaría hasta nuestros días: San Fernando de la Buena Vista. Una querida leyenda del pueblo afirma que Sobremonte, parado junto a un ombú en las barrancas del pueblo y mirando hacia el río, expresó con asombro: ¡Qué buena vista! Esta exclamación daría origen al nombre completo del poblado (en la actualidad, se afirma que ese ombú histórico se encuentra junto a la quinta llamada precisamente “El Ombú”, donde funciona la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Fernando). El nombre de San Fernando habría sido otorgado en homenaje a la figura de Fernando VII, entonces heredero al trono de España, y a un monarca, de la misma corte e idéntico nombre, que fue canonizado por la iglesia con el título de santo.

PERSONAJES QUE VIVIERON EN SAN FERNANDO

Pbro. Dr. Manuel Saturnino de San Ginés, primer cura párroco, Comandante Carlos Belgrano, primer CTE. Militar, hermano del prócer, Juan N. Madero, llamado el patriarca de San Fernando; Marcos Sastre, quien inspirado por las bellezas de nuestro Delta escribiera hermosas páginas sobre este triángulo de agua, tierra y follaje. D. Hipólito Vieytes, confinado en este pueblo por motivos políticos y enterrado donde está el edificio de la casa Municipal, primer templo y enterratorio. José C. Paz, fundador del diario La Prensa. El Barón de Marchi, pionero de nuestra aviación civil. Cupertino del Campo, médico y pintor. Adolfo Saldías, historiador, cuya tumba en el cementerio local fue declarada lugar histórico nacional. Carlos María de Alvear, quien hiciera construir en el año 1914 un palacio Sans Souci, copia del pequeño Trianon de Versailles, por el mismo arquitecto francés que construyó el Palacio Errázuriz, hoy Museo de Arte Decorativo, y la Sede de la Embajada de España, Gilardo Gilardi,Francisco Pracánico, etc.
Por último nos referiremos a la Quinta El Ombú, en la que existe el ombú desde donde el Virrey Marqués de Sobremonte observara las obras del Canal, casa donde vivió el patriarca de San Fernando, Juan N. Madero, declarada lugar Histórico Nacional por Decreto del P.E.N. Nº 2284/70, será templo de las más sagradas tradiciones sanfernandinas, testigo secular de los hechos que dieron a nuestro pueblo origen ilustre, donada por la sra. Amalia de la Cruz Balbín de Lanza, para que allí funcione la Casa de la Cultura, Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal, en la que se perpetúe la memoria de los hombres que ligaron su nombre a su historia y desde donde se irradie, sobre las generaciones que ante ella desfilen, sus ejemplos y sus enseñanzas.

LOS ORÍGENES DE SAN FERNANDO


La región norte del conurbano bonaerense, donde a principios del siglo xix se formó el poblado de San Fernando de la Buena Vista (origen del Partido de San Fernando), estuvo habitada por culturas indígenas desde antes de la conquista española del siglo XVI.

Los indios Guaraníes llegaron desde el norte del Litoral en busca de la riqueza natural del lugar para sobrevivir, extendiendo su influencia a lo largo de la Región Mesopotámica y el Delta. En esta zona, también habitaron otras tribus, como los Chanás y los Timbúes, cuya memoria ha quedado grabada en los nombres de los ríos y arroyos del Delta sanfernandino.

Sin embargo, la naturaleza del territorio, su conformación topográfica y su hábitat ecológico no sufrirían grandes cambios hasta bien entrado el siglo XVII, cuando todo el corredor contiguo a la Ciudad de Buenos Aires (fundada en 1580) al norte del Río Salado, se convirtiera en una zona de auge para la agricultura y la ganadería implantada por los españoles.

La existencia de la “ciudad-puerto” de Buenos Aires fue vital al desarrollo de las producciones de este “Corredor Porteño”, que hacia fines del siglo XVIII comenzó a convertirse en un centro de importancia estratégica dentro de la economía americana.

Es justamente en el siglo XVII, cuando se forman algunos caseríos en la zona de los Montes Grandes en la ribera del Río de la Plata, más tarde conocidos como Pago de la Costa, y en el llamado Pago de Las Conchas. En este último, se levantó un pequeño puerto al que llegaban las producciones de Paraguay, de Brasil, del Litoral y de las islas del Delta, con destino a Buenos Aires.

El tráfico entre el Puerto de las Conchas y Buenos Aires contribuyó a consolidar los primeros caminos del Pago de la Costa. Éstos fueron denominados caminos “Del Alto” y “Del Bajo” (el Camino del Bajo corría pegado al Río de la Plata), por donde transitaban caravanas de carretas tiradas por bueyes. (Las historias locales de San Fernando y de otros pueblos del sector Noroeste del Conurbano recuerdan el nombre de una mujer carretera que transitó estas rutas y que dio origen a algunas leyendas: se llamaba María de los Santos Sayas.)

Los caseríos formados en torno al Puerto de las Conchas y al Pago de la Costa, el Pago de Las Conchas y San Isidro se unieron a la corriente de intercambio con sus propias producciones: la madera, el trigo, el maíz y los frutales. De esta manera, se extendió un pequeño cinturón agrícola en todo el sector que atravesaban los Caminos Del Alto y Del Bajo.

ORÍGENES GEOLÓGICOS

Si bien en la superficie del partido afloran únicamente dos formaciones de sedimentos cuaternarios, en los terrenos profundos, cuya existencia se conoce mediante el estudio de las perforaciones aparecen de arriba hacia abajo formaciones Querandinenses cuya edad geológica pertenece a la postpampeana, el Ensenadense a la Pampeana, ya más profundo aparecen las Arenas Puelches del Plioceno, el Verde mesopotámico del Mioceno Superior, el Rojo del Terciario y por último el Basamento Cristalino del Precámbrico, este basamento se halla en el subsuelo del partido de San Fernando a una profundidad de 240 m.. La historia geológica de San Fernando se conforma sobre un basamento dislocado, en donde se fueron depositando en sucesión horizontal una serie de formaciones, que corresponden a los períodos de descenso (sedimentos marinos). En cuanto al relieve actual del partido, el mismo se debe principalmente a los movimientos verticales de ascenso y descenso, es decir: después de la depositación de las Arenas Puelches ( por el mar invasor de hace unos dos millones de años), el continente ascendió y se acumularon los sedimentos finos del Ensenadense; al terminar el Ensenadense quedó una llanura más o menos uniforme la que por razones de cambio en el clima estuvo expuesta a permanentes lluvias. Ríos y arroyos comenzaron a correr sobre la llanura, recortando cada vez más ésta, originando valles más o menos profundos, que inclusive llegaron a eliminar por erosión todo el espesor del Ensenadense, de modo que el fondo de sus cauces se puso en contacto con las arenas puelches. Este es el origen de los valles amplios del río de la Reconquista y del Luján, así como de sus afluentes (Arroyo Cordero).

NUESTRO CLIMA

La ciudad está comprendida en la faja de temperatura media anual entre 16º y 18º, la mínima anual media oscila de 0º a 5º y la máxima absoluta de 38º a 40º, los meses más fríos son los de Mayo, Junio, Julio y Agosto; los más calurosos los de Enero y Febrero. San Fernando cae en una zona climática caracterizada por una máxima humedad relativa anual, equivalente a la de Misiones, que es mayor de 75%, las lluvias medias alcanzan a 900mm.; los vientos son los mismos de Buenos Aires y de la zona circundante del Gran Buenos Aires, aunque con mayor influencia del sudeste por la posición costera.

LA POBLACIÓN URBANA


En 1821, el pueblo de San Fernando de la Buena Vista había alcanzado un desarrollo demográfico equiparable al de otros pueblos de la Campaña Bonaerense. Conforme a las modificaciones que estaba produciendo el gobierno de Martín Rodríguez en toda la provincia, era factible que tal desarrollo motivara la creación de un nuevo distrito. Fue entonces cuando San Fernando se separó del distrito de Las Conchas, constituyéndose en un nuevo partido de la Campaña. Sus límites fueron similares a los que tendría en 1864, cuando la gobernación de Mariano Saavedra estableció los lindes de viejos y nuevos distritos de la provincia de Buenos Aires. Ubicado entre los partidos de San Isidro y de Las Conchas (actual partido de Tigre), el distrito de San Fernando quedó dividido en tres zonas: el Alto de Punta Gorda, Las Lomas y Punta Chica. A poco de separarse de Las Conchas, en 1822, se llevó a cabo un censo de población en el distrito. A partir de este sondeo, se comprobó la presencia de 1276 habitantes en el lugar. La mayoría de ellos se ubicaba en lo que es ahora la ciudad de San Fernando, es decir, en la zona conocida como Alto de Punta Gorda. De esta manera, se puede observar que casi todos los pobladores del partido vivían en un radio de 20 o 30 manzanas (la planta urbana original del pueblo de San Fernando poseía un total de 70 manzanas, que podían recibir una población aún mayor). Las porciones de territorio que actualmente ocupan las localidades de Victoria y de Virreyes, eran denominadas “Punta Chica” y “Las Lomas”, respectivamente. En estos sectores, vivían unos pocos pescadores y labradores, que vendían sus pequeñas producciones en el pueblo de San Fernando. Las tierras rurales se dividían en franjas paralelas, desde el Río de la Plata hasta el Río de las Conchas (hoy Río Reconquista). Las “suertes de chacras” (así se llamaban) poseían una extensión superior a los tres mil metros de longitud. No obstante, los frentes muchas veces no pasaban de los cien metros. La zona de Las Lomas, al igual que Punta Chica, se continuaba en el partido de San Isidro y se hallaba rodeada de pantanos y lagunas. El bañado del Río de las Conchas (actual Río Reconquista) y el Arroyo Cordero separaban esta zona de Punta Chica y del pueblo de San Fernando.

LA ESTADÍA DE SAN MARTIN EN SAN FERNANDO

La importancia estratégica de San Fernando de la Buena Vista derivó en la instalación de una Comandancia Militar en el pueblo. La misma estuvo a cargo de Carlos Belgrano, hermano del Prócer de nuestra Independencia, Manuel Belgrano.

En el origen de la historia de San Fernando, un hecho interesante se encuentra relacionado, justamente, con la existencia de esta comandancia militar. En efecto iniciadas las Guerras de la Independencia, y a raíz de la formación de milicias para asegurar este puerto frente a las incursiones realistas de saqueo, José de San Martín fue enviado a San Fernando con su regimiento de Granaderos.

Poco tiempo antes de producirse la batalla de San Lorenzo, José de San Martín pasó algunos días en San Fernando, en 1812. Su principal misión consistía en reponer en su cargo al Comandante Carlos Belgrano, acción que cumplió frente a todo el poblado en la plaza de San Fernando.

Las Guerras de la Independencia tuvieron una fuerte incidencia (no buscada) en cuanto al desarrollo demográfico de San Fernando. El asentamiento permanente de tropas militares en el pueblo generó un sostenido crecimiento poblacional, que fue definitorio en los primeros años de vida del lugar.

EL MATRIMONIO JACOBÉ

El Dr. Martín Jacobé y su esposa, la Sra. Elvira Elizalde de Jacobé, se instalan en la quinta, tomándola como residencia permanente en las postrimerías del siglo xix.
Una característica de la familia Jacobé fue su devoción religiosa. Martín Jacobé fue el primer presidente de la Acción Católica Argentina y Vicepresidente del Congreso Eucarístico Internacional del año 1934 al que concurrió el Cardenal Eugenio Paselli , futuro Pío xii.
Por su parte, la Sra. Elizalde de Jacobé presidió la obra de las Damas Vicentinas, consiguiendo resultados importantes en su cruzada de orientación a las jóvenes sanfernandinas y dando origen al Centro de Orientación a la joven que actualmente sigue funcionando en nuestro partido. Es la Sra. Elizalde de Jacobé quien funda la Acción Católica de San Fernando y quien también estuvo asociada a las obras del hogar San Justo, al Asilo Otamendi y a la capilla de Nuestra Sra. Del Carmen.
Por último, destacar que los restos del matrimonio descansan en una cripta, construida debajo de la capilla familiar que alberga el Museo, en consecuencia del dictamen de una Bula Papal.

DE LA QUINTA AL MUSEO CIUDAD SAN FERNANDO DE BUENA VISTA:

La propiedad de la familia Jacobé es adquirida por el Municipio de San Fernando en el año 1996, impidiendo así el remate al que estaba destinada como la pérdida patrimonial para los vecinos de San Fernando.
Emplazado en la reconocida Quinta Santa Cecilia, el Museo Ciudad San Fernando de Buena Vista abrió sus puertas a la comunidad el 17 de diciembre de 2005.
Culminada la primera fase de la recuperación edilicia (que consto en la restauración del interior y exterior de la Capilla y de la fachada original del edificio central) en el ámbito interno se procedió a modificar la escala doméstica, propia de una quinta familiar, para permitir la implementación de los espacios que una institución museológica requiere.
Siguiendo las premisas de la filosofía griega (planteada por Empédocles) que: “toda materia se compone de cuatro elementos: Fuego, Agua, Tierra y Aire” y que “…de la mezcla y separación de dichos elementos, surge la multiplicidad de los seres generados, constituyendo la base material y eterna del mundo” el Museo Ciudad toma como eje temático esta teoría, encausando sus exposiciones hacia la consideración de la Ciudad de San Fernando como un Ser único contenedor de los cuatro elementos.

MUSEO CIUDAD SAN FERNANDO DE BUENA VISTA, “QUINTA SANTA CECILIA


PORQUE “Quinta Santa Cecilia”

La denominación se debe a que una de las hijas (Elvira) nacida del matrimonio del Dr. Martín Jacobé y la Sra. Elvira Elizalde, ingresó a la orden de las hermanas de la Asunción adoptando el nombre de “Sor Cecilia del Sagrado Corazón” y motivo poe el cual sus padres deciden nombrar así a la residencia.


ESTRUCTURA EDILICIA:

La Quinta Jacobé o Santa Cecilia (actual Museo Ciudad San Fernando de Buena Vista), es una antigua casa de estilo neo-románico, que fue adquirida por los padres de Martín Jacobé en el año 1871 escapando de la gran epidemia de fiebre amarilla que sufría nuestro país.

En los años en los que fue residencia del matrimonio de Martín y Elvira (a partir de 1896, cuando vuelven de sus tres años de luna de miel por Europa) la propiedad abarcaba toda la manzana entre las actuales calles Ituzaingó, Pte. Perón, Alvear y Av. Del Libertador.

El edificio central de la propiedad se constituía por una casa de dos plantas, destinada al alojamiento familiar, y un subsuelo, destinado a las dependencias de servicio.

El ala izquierda de la construcción se completa con una capilla (que aún se conserva) construida bajo la advocación de Nuestra Señora de Todas las Gracias (virgen que corona el altar) y cuya memoria celebra la iglesia el 7 de noviembre. Es menester destacar que todos los objetos que actualmente se encuentran dentro de este edificio son los que originalmente la familia destinó a dicho recinto.

Seguido a esta, en la parte exterior del edificio, el jardín posterior recibe la denominación de “Jardín Bíblico” por el diseño y las plantas que lo integran. La virgen que se observa en este espacio exterior es una “Nuestra Sra. Del Huerto”. El árbol que se encuentra en la balconada que da a la parte baja del patio es un olivo con la característica de que el brote que le dio origen fue traído por Martín y Elvira desde el Monte de los Olivos en un viaje realizado por ambos a Israel.

Así mismo, lo que correspondía a la derecha de la casa, contaba con un mirador que permitía contemplar el vasto territorio. En la década iniciada en el año 1950, en la base de esta construcción, el crecimiento de la familia obligó al agregado de nuevos cuartos y baños y una nueva cocina que contaba con un montaplatos.

En la actualidad dicha estructura, compuesta por los tres edificios antes mencionados, conserva su fachada original, destacando que la capilla también preserva su interior sin alteración alguna de la concepción que el matrimonio Jacobé le otorgó.

BIBLIOTECA Y MUSEO POPULAR JUAN NEPOMUCENO MADERO


Fundada en los últimos meses de la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, en diciembre de 1873, la Biblioteca y Museo Popular “Juan Nepomuceno Madero” es una de las bibliotecas populares más antiguas de la Argentina. Por iniciativa del Dr. Amancio Alcorta y de un grupo de notables vecinos del distrito, se iniciaron las gestiones para la creación de una biblioteca popular en San Fernando. En primer lugar, se constituyó una sociedad protectora bajo la presidencia de Juan N. Madero, quien se encargó de reunir los libros y el dinero de los donantes. Transcurrido el período de organización, la biblioteca se inauguró el 18 de enero de 1874, en una salita de la Escuela de Varones nro. 1. Finalmente, inició su actividad el 22 de febrero de ese año, con un caudal de 2632 volúmenes. Como buena parte de la población no sabía leer y escribir por entonces, la institución adoptó la modalidad de las “Lecturas Públicas”, en las que los miembros de la comisión directiva o los vecinos más instruidos procedían (en los días festivos) a la lectura en voz alta de “libros morales, de agrado o de instrucción, para la generalidad de la población. El 15 de septiembre de 1876, se trasladó a la planta baja del edificio municipal, que acababa de construirse en el predio que ocupa en la actualidad. En este espacio, no sólo funcionó la biblioteca sino también un pequeño museo. Asimismo, se instaló un taller de encuadernación con un doble objetivo: servir a las necesidades de la institución y ayudar a un grupo de niños d escasos recursos, a fin de que aprendieran el oficio. En 1906, la Biblioteca adquirió el terreno de la esquina de las calles Constitución y General Pinto, donde construyó su sede definitiva. En mayo de 1910, se colocó la piedra fundamental de la sede, que fue inaugurada el 29 de enero d e1922. Los arquitectos Estévez y Velásquez construyeron la obra. De líneas clásicas, el edificio posee una superficie de mil metros cuadrados y constituye una de las obras arquitectónicas más importantes de San Fernando, tanto por su belleza como por su valor histórico. En su jardín frontal, se encuentra una escultura de Juan N. Madero, una pieza del artista argentino Lucio Correa Morales, a quien se considera el primer escultor del país. En la actualidad, la Biblioteca Popular Juan N. Madero cuenta con 92 mil volúmenes (entre los cuales se encuentran piezas de valor histórico) y una hemeroteca abierta en forma permanente, para la consulta de los investigadores. Se trata de uno de los repositorios de libros y documentos más importantes a nivel local. La sede de la Biblioteca aloja también un museo, que contiene objetos históricos muy valiosos y es el primero en su género en el país. Entre las piezas que logrado reunir y que despiertan el interés de los visitantes, se encuentran: la mesa escritorio que perteneció a Bernardino Rivadavia, y los escritorios del Almirante Guillermo Brown y de Nicolás Avellaneda; una cuchara de plata usada en la colocación de la piedra fundamental de la Ciudad de la Plata, traída personalmente por Cardo Rocha; la llave de la primera iglesia de San Fernando; las llaves del portón de la residencia de Juan Manuel de Rosas en Palermo; el plano original de la villa de San Fernando de la Buena Vista; el dínamo Gramme que inició la marcha de la primera usina eléctrica de San Fernando; monedas antiguas; una buena colección de medallas conmemorativas; restos fósiles y objetos indígenas de la zona. Entre las personalidades que visitaron la institución, se puede mencionar a; Domingo F. Sarmiento, Julio Argentino Roca, Miguel Juárez Celman, Guillermo Udaondo, Dardo Rocha, Pablo Pizzurno, José Berruti, Alicia Moreau de Justo, el escritor guatemalteco Máximo Soto Hall, Victoria Ocampo, Ulises Petit de Mrat, Roberto Tálice, Jorge Luis Borges, Delfín Leocadio Garaza y Félix Luna, entre otros. Como en sus inicios, la Biblioteca Popular “Juan N. Madero” es uno de los escenarios donde tienen lugar diversas manifestaciones culturales y artísticas locales, tales como conferencias, conciertos, charlas y exposiciones. Los cursos que se dictan allí son también un aporte para la comunidad: inglés, computación, ajedrez, taller literario, cestería natural, pintura, encuadernación y apoyo escolar.

LA PLAZA “CARLOS PELLEGRINI”


El espacio público ubicado entre las calles Colón, Tres de febrero, Pasaje Murcho y Almirante Brown, constituye un nudo de transferencia de pasajeros, un punto de encuentro entre dos distritos y un área de uso público por excelencia.

Histórica puerta de entrada a San Fernando, la zona de Canal se revitalizó con la finalización de la nueva Plaza “Carlos Pellegrini”, inaugurada el 24 de abril de 1998.

La remodelación integral buscó armonizar el área, conservándola como paseo familiar. En el diseño de este espacio, se incorporó un adoquinado que se complementa con el césped, e integra añosos árboles con nuevos ejemplares y arbustos. La Municipalidad trató fitosanitariamente todos los árboles existentes en el lugar, efectuó 13 transplantes de ejemplares y plantó árboles nuevos, arbustos y más de dos mil plantas florales de estación.

Todas las áreas verdes cuentan con un sistema de riego por asperción. En la obra, se privilegió el uso de materiales resistentes, manteniendo en todo momento un criterio fuertemente ecológico (adoquines en áreas semisecas, bancos de madera, durmientes de quebracho, luminarias, bebederos, cestos).

Ciertamente, la plaza se destaca por su fuente de agua. Terminada superficialmente con adoquines y granitullo, tiene un diámetro de 12 metros y cuenta con cinco picos verticales en su centro, que alcanzan alturas de hasta 17 metros. Además, dispone de 12 generadores de niebla y 24 picos secundarios convergentes.

La seguridad y la belleza de este paseo público fueron reforzadas con luminarias de diseño exclusivo y artefactos de bajo consumo ubicados en las fuentes de agua.

Este espacio recibió el nombre de Dr. Carlos Pellegrini en 1906, cuando las autoridades municipales de ese momento decidieron homenajear a esta figura clave de la historia política argentina en el año de su fallecimiento.

En 1984, el sector ubicado entre el Pasaje Murcho y la calle Colón fue bautizado como “Plazoleta Intendente Luis Castellari”, en honor al sanfernandino que se desempeñó al frente de la comuna desde 1952 hasta el golpe militar de 1955.

PLAZA “BARTOLOMÉ MITRE”



Ubicada en el centro del casco histórico de San Fernando, la plaza “Bartolomé Mitre” conserva la misma ubicación que le asignara el plano diseñado por Eustaquio Gianini en los inicios del pueblo (a fines de 1805), por expresa orden del Virrey Sobremonte y en colaboración con Santiago de Liniers y el Comandante Carlos Belgrano. E n sus orígenes, este espacio cumplía con las disposiciones hispánicas, que establecían a la Plaza Mayor como el lugar de reunión del pueblo para actos y festividades religiosas y civiles. En toda la zona norte del Gran Buenos Aires, San Fernando es el único distrito que todavía conserva la cuadrícula hispánica en su centro primigenio. En la actualidad, esta plaza constituye uno de los espacios públicos más importantes de la ciudad. Delimitada por las calles Sarmiento, Madero, Tres de febrero y Constitución, la plaza recibe su nombre en homenaje a Bartolomé Mitre, presidente de nuestro país entre 1862 y 1868. Se trata de la plaza principal de San Fernando. Ubicada frente a la iglesia Nuestra Señora de Áranzazu, desde hace 200 años es el escenario privilegiado de numerosos acontecimientos sociales, culturales y políticos. En ella, el General José de San Martín habló al pueblo en un acto público realizado en 1812; también allí se concentraron los vecinos para festejar los primeros carnavales en 1874, entre muchos otros eventos. En 1873, esta plaza fue remodelada y adornada con árboles y estatuas por iniciativa de Juan Nepomuceno Madero, quien le impuso el nombre de “Bernardino Rivadavia”. Posteriormente, el 26 de junio de 1901, ese nombre fue cambiado por el de “Bartolomé Mitre” (nombre que lleva hasta la fecha). A principios del siglo xx, fue un verdadero jardín público, con frondosos eucaliptos y paraísos y una glorieta en el centro. Los días de fiesta y los fines de semana por la noche, este espacio era animado con la presencia de una banda de música, formada por los aficionados del pueblo. Por el decreto nro.1840, esta plaza fue declarada Lugar Histórico Nacional el 11 de julio de 1983. En 1988, el Honorable Concejo Deliberante de San Fernando la declaró Monumento Histórico Municipal.

IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE ÁRANZAZU



En sus orígenes, la Iglesia Nuestra Señora de Aranzazu se hallaba en el predio donde se encuentra el Palacio Municipal en la actualidad. A partir de 1802, comenzó siendo la primera capilla del paraje conocido como “Alto de Punta Gorda”. En torno a ella, se reunió el puñado de familias que conformó el núcleo inicial del pueblo de San Fernando.

El nuevo templo, ubicado en la calle Constitución (frente a la Plaza Mitre), se construyó en base a los planos trazados por el ingeniero Martorell. La edificación de este edificio comenzó en 1870 y su traslado, en 1871.El seguimiento de las obras estuvo a cargo del ingeniero Castro. Esta acción requirió actos y celebraciones propias de un acontecimiento tan importante. Por ello vino quien era en ese entonces el vicario episcopal de Buenos Aires y futuro arzobispo –León Federico Aneiros-, a fin de presidir las celebraciones y bendecir (“consagrar”, en términos actuales) el nuevo templo aún no terminado.

Su nombre se debe a la devoción de los primeros pobladores vascos hacia la virgen de Áranzazu, encontrada en Guipúzcoa por un pastor de ovejas llamado Rodrigo de Balzategui, en el año 1469.

La imagen original se conoció en 1979, cuando el Padre Juan Jarillo hizo traer una réplica desde España. Si bien ésta fue robada, inmediatamente se hizo traer otra. Se trata de una imagen hecha en piedra blanca, de estilo visigótico, de unos 36 cm. de altura.

Sucesivas remodelaciones internas y externas, trabajos de pintura y adaptaciones litúrgicas, sobre todo en el marco de las nuevas disposiciones del Concilio Vaticano II (1962-1965) fueron haciendo el templo más funcional y con su carácter actual.

El estilo del templo es neorrománico en su exterior y neoclásico en su interior. De planta basilical, consta de tres naves, dos laterales y una central, divididas por seis columnas. En la parte superior, se observan ventanas en forma de rosetas, con coloridos vitrales. Además del altar mayor, presenta seis altares dedicados a distintos santos.

La iglesia posee dos torres con forma de agujas, que se elevan a poco más de 40 metros de altura. En la parte superior de las mismas, se encuentran dos cruces de hierro forjado. En una de las torres, se halla el campanario, compuesto de dos campanas de bronce. Las estructuras de ambas torres fueron restauradas recientemente, y su revestimiento fue reemplazado por cobre.

Dada su importancia en la historia del Distrito, la iglesia Nuestra Señora de Áranzazu recibió el reconocimiento público y oficial en 1988: con fuerza de ley, se declaró Monumento Histórico Provincial en agosto de ese año.

QUINTA “EL OMBÚ”


Ubicada en la esquina de la Avenida del Libertador y la calle General Pinto, la Quinta “El Ombú fue declarada Lugar Histórico Nacional el 12 de Noviembre de 1970 (a través del Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nro. 2284). Esta quinta pertenecía a la familia Zamudio. Como la mayoría de las quintas locales, era utilizada como casa de fin de semana, donde también se realizaban importantes fiestas sociales. Su construcción data de 1869, pero fue remodelada y ampliada a principios del siglo xx. En el mismo predio, se encuentra parte de la vivienda que habitó Juan Nepomuceno Madero, conocido como “el patriarca de San Fernando”. Instalado en el distrito entre 1871 y 1893 (fecha de su muerte), Madero dedicó esos años al progreso del entonces pueblo de San Fernando, especialmente, en lo referente a su aspecto edilicio, cultural y social. Fue fundador de la Biblioteca Popular (que hoy lleva su nombre) y de la Escuela de Música; impulsó la construcción del edificio de la Municipalidad y del actual templo parroquial. Madero había adquirido la vivienda de la esquina de Libertador e Ituzaingó al llegar a San Fernando en 1871, la esquina opuesta a la quinta de la familia Zamudio. Toda la cuadra del actual calle San Ginés, debajo de la barranca, también pertenecía a la quinta de Madero (allí se situaban las cocheras y lavaderos de su propiedad). A principios del siglo xx, los descendientes de Madero vendieron la esquina de San Ginés y General Pinto a los descendientes de Zamudio, de manera que parte de las construcciones correspondientes a la vivienda de Madero quedaron bajo la propiedad de los dueños de la Quinta “El Ombú”. La Quinta “El Ombú” fue declarada de “Utilidad Municipal” el 26 de Septiembre de 1968 (a través del Decreto del Poder Ejecutivo local Nro. 5389). En 1969, los herederos de la familia Zamudio, Francisco E. Balbín y Amalia Balbín de Lanza, donaron parte del predio a la Municipalidad de San Fernando, a fin de que se instalara allí la Casa de la Cultura. La donación se hizo efectiva tras la muerte de los donantes. En 1974, la quinta se escrituró como propiedad municipal ante la Escribanía Madero Jantus. Al año siguiente, por disposición municipal, se construyó la Casa de la Cultura, otorgándole como sede el predio de la Quinta “El Ombú”. En la actualidad, allí funcionan la Dirección Municipal de Cultura y el Instituto Municipal de Bellas Artes. En ella, se realizan cursos, conferencias, exposiciones artísticas y distintos eventos culturales. De acuerdo con las crónicas históricas del siglo XIX el añoso ombú ubicado en esta quinta fue testigo de la visita del Virrey don Rafael de Sobremonte a San Fernando. Según cuentan los relatos de la época, el Marqués de Sobremonte descansó bajo su sombra en 1806, tras presidir los actos de la inauguración del Canal y la ceremonia de colocación de la piedra fundamental de la antigua iglesia. Con el paso de los años, el ombú ha perdido gran parte de su tronco principal. Sin embargo ha dado frondosos retoños, hijos de aquel árbol que habría sido el escenario de la siesta del Virrey del Río de la Plata.

HICIMOS UNA ENTREVISTA

Entrevistamos a ciudadana de nuestro lugar.

ENTREVISTA

-¿HACE CUÁNTO TIEMPO QUE VIVE EN SAN FERNANDO?

-Treinta y cinco años

-¿CÓMO ERA LA CIUDAD EN LOS COMIENZOS?

-Cuando yo la conocí, todavía había calles de tierra, y el “arroyito”, el Arroyo Cordero que cruzábamos con un puentecito de madera. Luego fue entubado y actualmente corre por debajo de Las Tropas o Intendente Arnoldo.

(Sonríe con cierta nostalgia) Algunas casas muy humildes, muchas villas de emergencias, ahora en la actualidad se están construyendo casas estilos “ Monoblocks”

-¿CUÁL ES EL ORIGEN DE SU NOMBRE?

-El origen, San Fernando en homenaje al rey de España, el heredero del trono de España, Fernando VII y además se llama San Fernando de la Buena Vista, porque dicen que cuando vino el Virrey Sobremonte para la colocación de la piedra fundamental del Canal y de la iglesia Aranzazu. Se sentó debajo del Ombú, que actualmente funciona la Dirección de Cultura, miró el río y dijo - ¡Qué buena vista!.

Entonces de ahí surge el nombre de nuestra ciudad.

-¿TIENE UNA FECHA DE FUNDACIÓN?

-(Realiza un gesto pensante) En realidad San Fernando no fue fundada en una fecha específica, porque el Padre San Gines trajo consigo un grupo de personas que habitaban el poblado de Las Conchas, donde actualmente es Tigre, y ya en ese momento en el que él trae esa gente, donde era la Punta Gorda o Punta Alta de esta zona, ya vivían algunos habitantes.

Lo que si se conoce en los archivos oficiales es: San Fernando de la Buena Vista, diciembre de 1805, así que San Fernando tiene su fecha de celebración el día 18 de diciembre.

-¿A QUÉ SE DEDICABAN LOS PRIMEROS HABITANTES?

La mayoría de ellos se dedicaban a la carpintería, con madera traída de las Islas del Delta, también trabajaban el mimbre y otros, los primeros habitantes eran empleados ferroviarios. Algunos cultivaban y creo que no mucho mas.

-¿CUÁLES FUERON LAS FAMILIAS MÁS ANTIGUAS?

-Las familias mas antiguas son, la familia Madero, Alvear, Sastre, de Marzi, Albarracín, Cordero, Gandolfo, Pearson, Martín Rodríguez, Ambrosoni, Jacobé, etc. Justamente la mayoría de las calles de nuestra ciudad llevan el nombre de estas personas para homenajearlos.

-¿HAY POBLADORES QUE SE HAYAN DESTACADO POR LAS OBRAS REALIZADAS EN LA CIUDAD?

-Madero, fue uno de ellos (patriarca de San Fernando), Ambrosoni especialmente cuando ocupaba la intendencia municipal por las mejorías que logró en cuanto a infraestructura pública.

-¿EN LA ACTUALIDAD HAY PLAZAS, CALLES O OTROS LUGARES QUE LLEVAN SU NOMBRE?

En su mayoría calles, las plazas tienen nombres de próceres, por ejemplo Mitre, San Martín, Sarmiento, Borrego, Carlos Pellegrini.

-¿CUÁNDO COMENZÓ A CRECER LA CIUDAD?

-Con la llegada del ferrocarril, empieza a crecer a fines de 1800 y principios de 1900 llega la mayor oleada de inmigrantes, que fue lo que dio vida a la ciudad.

-¿CUÁLES FUERON LOS PRIMEROS MEDIOS DE TRANSPORTE EN LA CIUDAD?

-(Sonríe y expresa alegría) San Fernando tiene el orgullo de tener el primer colectivo, la línea N º1 o más conocida por la línea Verde, hacía un recorrido muy reducido, de San Fernando a Victoria por las calles adoquinadas, esos adoquines eran traídos de la Isla Martín García.

-¿CÓMO SE COMUNICABAN CON CAPITAL FEDERAL?

-El medio que mantenía en comunicación a los primeros pobladores era el tren, los carruajes que se usaban en esa época, cuando se trasladaban en carretas tardaban dos o tres días, generalmente se dirigían por el lado de la costa, costeando el río, Vicente Lopez, San Isidro.

-¿CONOCE ALGUNA ANÉCDOTA O HECHOS IMPORTANTES QUE HAYAN SUCEDIDO?

-En la plaza Mitre, dicen que San Martín dio su primera y única arenga, cuando se detuvo camino a la Batalla de San Lorenzo, pernoctó en la plaza y cuando se levantaron para salir nuevamente y esta registrado a nivel histórico como su única arenga pública. Otro hecho histórico es la construcción del Canal de San Fernando que fue el primer dique de carena en América


EL CANAL DE SAN FERNANDO


El pueblo de San Fernando nació, creció y prosperó a la vera de su canal. Al ser fundada la villa en los lejanos tiempos coloniales la preocupación principal de los que se dispusieron su creación, fue la de construir su Canal, su puerto. Era tan indispensable para la naciente población tenerlo, como lo sigue siendo en la actualidad, después de más de ciento setenta y dos años de su fundación. El movimiento, la vida de San Fernando, estuvo siempre en la ribera de su Canal. Fue el manantial de su progreso, la fuente de su alegría, en el esfuerzo diario por la eterna renovación y prosperidad de la vida. En los tiempos en que todavía el ferrocarril no había llegado con su ramal hasta la “Punta del Muelle” y aún después que ello ocurriera, el Canal era lo que podríamos llamar “el centro de la población”. Toda su zona era un lugar amable y pintoresco, viejas carretas tiradas por bueyes llegaban en busca de las frutas que traían los barcos desde las islas y los productos que llegaban del Paraguay. En 1580 don Juan de Garay dio suerte de tierras a sus capitanes, en la región de Las Conchas, ocupadas entonces por los indios guaraníes. En 1600 se establecieron tahonas para moler el trigo, sobre la corriente del río de Las Conchas. Treinta años más tarde se trasladaron al lugar setenta vecinos, vascos y andaluces en su mayoría, los cuales comerciaban con cueros y otros productos del Paraguay; la villa prosperó notablemente, a pesar de los continuos temporales que destrozaban los sembrados y las casas. Pero tal fue la frecuencia de los mismos a principios del siglo xix, y tan irreparables las desgracias que ocasionaron, que se pensó en el traslado del pueblo a un lugar más seguro. El 5 y 6 de junio de 1805, un violento temporal destruyó gran parte del pueblo siendo tan extraordinaria la creciente del río y tan impetuoso el viento sudeste, que más de treinta embarcaciones fueron arrojadas a la costa y destruidas las viviendas de muchos pobladores. En vista de ello las autoridades se dirigieron al Virrey pidiéndole dispusiera las medidas necesarias para evitar en lo sucesivo las “pérdidas y riesgos experimentados en el último temporal”; así se expresaba el presbítero San Ginés en carta al Virrey. El Virrey Sobremonte comisionó a los capitanes de navío don Santiago de Liniers y don Eustaquio Giannini para examinar el sitio en el que podría abrirse un nuevo canal con la mayor proximidad al sitio llamado La Punta, donde se ha propuesto hacer la nueva población, e indicar el terreno para dicho pueblo. El 29 de noviembre del mismo año, el ingeniero Giannini concluyó los planos para la construcción del Canal y la nueva Villa. El 1º de febrero de 1806 el virrey de Sobremonte, acompañado por su esposa y una gran comitiva, llegaron al lugar en que se fundaría la Villa. En la mañana del día siguiente, el virrey y sus acompañantes se dieron a la tarea de colocar la piedra fundamental del templo y a las cinco de la tarde, pasaron a recorrer la delineación del Canal y “tomando la azada que ya estaba preparada por el indicado Comandante Don Carlos Belgrano, lleno de los deseos de la mayor felicidad de estas provincias, invocando la bendiciones del Altísimo, con toda energía y espíritu que le animan, rompió la tierra, en nombre de nuestro rey y señor don Carlos iv ,entre vivas y aclamaciones al son de la banda de música del regimiento de Dragones,y le sustituyeron las personas de distinción que le acompañaban y echándoles monedas a los indios. El ayudante mayor Carlos Belgrano fue nombrado comandante militar de la nueva villa a la que se dio el nombre de San Fernando de Buena Vista, y encargado de la dirección y de la construcción del Canal siendo además autorizado para repartir como merced o en venta, solares y terrenos para huertas o quintas de los nuevos pobladores. Cuatro meses después de haberse inaugurado las obras, se habían excavado 387 varas de largo por dos de ancho y una de hondo entrando el bote de Marcos Sam payo cargados de postes de ñandubay.La excavación la realizaban prisioneros ingleses provenientes de las invasiones e indios catequizados. La construcción del canal sufre varias vicisitudes a través de su historia, pero el gobierno de 1821, estableció a modo de límite entre San Fernando y las conchas el canal de San Fernando. Recién en la presidencia de Bernadino Rivadavia se dio impulso a la obra. El 3 de marzo de 1848 don Antonio Reyes fue designado por Rosas Juez de Paz de San Fernando,y bajo su dirección no solo se reanudaron las obras del Canal tantas veces abandonadas, sino que se hizo del lugar de un hermoso paseo. Por ley del congreso nacional dada el 16 de julio de 1863 se autorizo al señor Eduardo Hopkins la construcción de un muelle y depósitos necesarios del Canal de San Fernando El 20 de agosto de 1875 la intendencia Municipal de San Fernando y el ingeniero Luis Huergo convienen en un contrato para la construcción del actual Dique de Carena. El 29 de diciembre 1887 el congreso nacional concedió por medio de la ley 2098 autorización ala firma Emilio Nouguier y CIA., para la construcción de una vía férrea que empalmando en la de la estación Belgrano, de la línea a Rosario, terminase en el Tigre.,la concesión fue trasferida ala compañía “Ferrocarriles Pobladores”,luego se procedió ala construcción de un puente giratorio sobre el canal para el paso del ferrocarril mencionado. Estos son agrandes rasgos los principales antecedentes del único puerto y canal municipal que posee la republica Argentina. En torno a el aun hoy se desenvuelve la actividad comercial de la zona .Cargado de historia espera con optimismo un desarrollo integral acorde con las actuales circunstancias.

SAN FERNANDO RINDE HOMENAJE A…

MONUMENTOS:

Bartolomé Mitre, en plaza Mitre.

Al bombero Voluntario, en plaza Mitre.

Al pbro. Dr. Manuel San Ginés, (alegórico) plaza Mitre.

Domingo F. Sarmiento, en plaza Sarmiento.

Cnel. Dorrego, en plaza Borrego, Victoria.

San Martin, en plaza San Martin.

Juan N. Madero, en Jardines de la Biblioteca y Museo Popular Juan N. Madero, Constitución 622, San Fernando.

BUSTOS:

Alte. Guillermo Brown: en plazoleta Brown, Colón 1 San Fdo.

Dr. Carlos Pellegrini: en plaza Carlos Pellegrini.

Dr. Mariano Moreno: en plazoleta Mariano Moreno, Ruta 197.

Nicolás Ambrosini: en Jardines de la Biblioteca y Museo Popular Juan N. Madero.

ARTÍSTICOS:

Nostalgia: en plaza Mitre.

Reposo: en plaza San Martin.

A la madre: ochava Constitución y Alte. Brown.

MONOLÍTOS:

A María de los Santos Sayas de Bengochea.

Al Sr. Arturo Reinecke.

A la educadora Pascuala del Uncal.

Al Cte. Carlos Belgrano.

Al Sr. Juan Hipólito Vieytes.

Al Pbro. D. Máximo Pérez.

Al Leonismo Argentino.

Al Alte. Martín.

A José de Marzi.

A Urcola.

A restos del 1º eucaliptos plantado por Sarmiento.

A Paul Harris.

A Sr. Leopoldo Lugones.